Una lágrima refrescaba ese cuerpo blanquecino, huido del rosado de la piel y que aún conservaba una temperatura vital. Se había ido con la luz solar, muy temprano en esa tarde fría del invierno. Había dejado su todo dividido y ya nunca será el mismo.
"Hasta que la muerte os separe", y así fue. Ha terminado así una historia feliz, perdón, termina este final sin finalizar, y que duele, duele mucho más. Ahora una larga espera sin comprensión, que duele, y duele mucho más.
Ya los días no pasan igual, más bien parecen no pasar, ella ya no está junto a esa ventana, ni va del brazo al pasear. El jardinero cuidaba su rosal pero le han cortado la más bella de sus rosas, tiene mucha más tierra que cultivar pero ya no ara con esa fuerza.
Ha terminado así una historia feliz, perdón, termina este final sin finalizar, y que duele, duele mucho más.
5 comentarios:
No, no se preocupe... quería escribir sobre las cosas que acaban sin acabar del todo y he elegido una que he vivido estos días de atrás.
Cuando muere un miembro de una pareja, muere la pareja pero queda todavía un miembro...
Como las cosas que acaban sin acabar.
Un saludo.
Es precioso Pascual.
Me lo copio y lo reproduzco en mi blog.
Un fuerte abrazo desde Alcalá.
Muy bonito Pascual. Suerte en todo.
Al leer "Ese final sin finalizar" no he podido evitar pensar en mi madre ...en mis padres, en su “rota relación” .Me ha emocionado. Por un momento he creído que se hablaba de ellos y aun no siendo así, también ella ha dejado “su todo dividido”. Y como dices, es enormemente doloroso.
Es precioso. Me has emocionado. Gracias.
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