Duran i Lleida almuerza en la lujosa suite del Hotel Palace
Por supuesto, que sus palabras son condenables, intolerables, inadmisibles, pero desde que las pronunció pueden pasar dos cosas: la primera, que el pueblo catalán, el único que lo examina en las urnas el mes que viene, permita que tengan un representante 'radical' en el Congreso de los Diputados; y la segunda, que el pueblo catalán hable y castigue a la persona que ha cargado contra los andaluces, que a la misma vez, son hermanos, primos, sobrinos, de parte de Cataluña, de los catalanes y las catalanas.
No podemos gritar al aire o pronunciar en palabras rotas miles de quejas contra nuestros políticos. No lo podemos hacer porque los políticos que nos representan son los políticos que nosotros elegimos. Es más, no podemos tratar a todos los políticos de la misma manera cuando somos el pueblo quien los legitimamos a través de las urnas. Basta ya del desprecio hacia la clase política, basta ya de cargar contra personas honradas y humildes que, también, forman la clase política.
Ya sabéis, no lo olviden, si no estamos de acuerdo con nuestra clase política, todo está en nuestras manos: podemos elegir, tenemos la libertad de elegir, el derecho a votar, a poner y a quitar.
Amigos y amigas de Cataluña, está en vuestras manos, ser o no representados por Duran i Lleida, desafortunadamente está sólo en vuestras manos. En Andalucía tenemos muy claro qué hacer con personajes revolucionarios con la piel de cordero.
No lo olvidéis, tenemos lo que elegimos.
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