Esta era la expresión que una persona dijo anoche en el Pleno Ordinario del Ayuntamiento de Siles.
Cuatro horas de pleno después, y ante el espectáculo que había presenciado, esta señora tenía todo el derecho de expresarse de esa manera. Lo cierto, es que cuando lo decía me sentía como una persona que traicionaba las expectativas de otras personas; me dolió mucho.
Fue un debate duro, los nervios ante unas elecciones dentro de cuatro meses están apareciendo en algunas personas de manera muy brusca. No hay modales, el cargo público convierte su posición en un papel más propio de 'corrillo del corazón' que en otra cosa.
Si has leído hasta aquí creeras que aquéllo fue un circo, pero no; sencillamente no fue un circo porque allí había personas que creen en un proyecto político y que dentro de la 'parafernalia' que allí se montó, había personas que querían hablar sobre temas de Siles, otros, en cambio sólo querían arreglar a 'los suyos'; no me sorprendió, son cuatro años presenciando lo mismo. Además, ayer acompañaba las decisiones de improvisación y hasta los propios afectados le preguntaban que porque proponía cosas que no se habían acordado. PURA DEMAGOGIA DE DON JAVIER (PP).
"Se levantó dando voces, la mesa temblaba de los puñetazos que soltaba encima de ella, y me apuntó con un dedo, amenzándome e insultándome. Se movía de un lado al otro de la mesa y sus compañeros tuvieron que calmarlo e invitarle a que se sentara". Parece increíble pero estaba describiendo al alcalde de Siles en un momento determinado de anoche. Sí, ese alcalde que hoy aparecía en los medios con la piel de cordero, anoche gritaba, daba puñetazos encima de la mesa y me apuntaba con un dedo amenzándome. Creía por unos momentos que habíamos retrocedido a esos años en los que los dictadores usaban todas sus herramientas para que el agua discurriera por el cauce que ellos quisieran.
Me decepcionó una vez más el alcalde de Siles. Javier Bermúdez (PP) no se merece ser el representante de los sileños y de las sileñas, simplemente porque no es una buena imagen de Siles. Por cierto, me prohibió hablar e intento echarme del pleno, incluso no quería que defendiera la moción que los socialistas presentamos ayer sobre el mal estado de los carriles de Siles: una auténtica actitud dictatorial.
Al fin y al cabo, y en definitiva, aquí quien ha perdido y pierde oportunidades es el ciudadano de Siles. No olvidaré con la frase que ayer acababa el pleno una mujer que, después de 4 horas, sólo sentía lo que dijo, y lo dijo con dolor.
Algo falla y no podemos quedarnos sentados...
viernes, 28 de enero de 2011
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